Este verano haciéndole unas fotos a una garza real dentro del hide en una balsa que hay cerca del pueblo me encontré con un inesperada sorpresa, un alimoche que se acercó hasta aquí para saciar un poco la sed, en esos días aún quedaba algo de agua, pero poco después ya se secó. También los cuervos se quisieron sumar a la fiesta.
Resulta que cerca de allï había una bandada de buitres que habían avistado algún resto de carroña cerca y el alimoche iva con ellos, mientras ellos se adueñaron de la carroña el alimoche decidió ir a pegarse un trago para luego ir a ver si podía apoderarse de algún despojo que sus parientes los buitres no se hubieran tragado ya.
Los otros alimoches de más abajo son una pareja que ví en un nido que tenían construido en un acantilado cercano al pueblo.
Buenas fotos Fernando. Ya tengo tu cámara.
ResponderEliminarGracias Dimas por todo, ya nos veremos.
ResponderEliminarUn saludo